El Proyecto, financiado con fondos de la Unión Europea, Informing on the Rules of Posting, IOR, analiza los retos relacionados con la aplicación de las Directivas sobre el desplazamiento de trabajadores en el marco de la prestación transnacional de servicios, centrándose en la Información para mejorar la implementación y la aplicación correcta de la normativa europea sobre el desplazamiento de trabajadores.
El proyecto está dirigido por la Fundación Antonio Bustamante, FAB, de España, y cuenta con la participación de organizaciones empresariales y sindicales de España, Polonia, Alemania, Países Bajos, República de Chequia y Bulgaria [1].
El objetivo principal del proyecto es: Aumentar la accesibilidad, la transparencia y la calidad de la información sobre los términos y condiciones de empleo, incluidas las prácticas en los Estados miembros; y está dirigido, de manera específica a los trabajadores y empresarios que desplazan trabajadores en el ámbito de los sectores de agricultura, cuidados asistenciales y construcción; interlocutores sociales; oficinas de enlace y autoridades públicas. Con este objetivo se pretende facilitar el intercambio transnacional de información y buenas prácticas durante su ejecución; y su impacto se extenderá a países no pertenecientes a la UE, en especial a los países candidatos.
Para llevar a cabo este objetivo, el proyecto ha creado de una red de asesores formada por un representante de cada uno de los países socios del proyecto, a los que se añade un “asesor internacional”.
Los asesores de esta Red Internacional brindarán apoyo y asesoramiento a las empresas y a los trabajadores desplazados en el marco de actuación de su país, tanto desde la perspectiva de Estado emisor, como de Estado de acogida.
Para coordinar la red de asesores, garantizando homogeneidad, rapidez y eficacia en las informaciones y asesoramientos; y un trato digno y profesional a los trabajadores y sus empresas, se ha elaborado un código de conducta, con unas directrices de trabajo y comportamiento de los asesores. De esta manera, se configura el código de conducta como una guía central y de referencia para que los asesores puedan recurrir a él en la toma de decisiones diarias y presida sus actuaciones durante la fase de desarrollo de sus actividades.
Además, el código de conducta persigue como valor añadido, la posibilidad de generar un ambiente de trabajo positivo y cohesivo, donde la transparencia, la honestidad y la confianza entre todos los asesores ayuden a fortalecer la “imagen corporativa” del proyecto y mejore la percepción externa de los socios en sus respectivos países, buscando: Fomentar una cultura de integridad; mejorar la imagen corporativa del proyecto; aumentar la confianza y motivación de los asesores y promover la transparencia de sus actuaciones.
